miércoles, 28 de abril de 2010

¿Y entonces? Nada, se oyen las voces y son como los zumbidos de los insectos que rodean nuestros cuerpos. ¿Y entonces? Nada, flotamos, volamos, sonreímos, corremos entre las hojas y rodamos por el pasto, pensamos, vibramos, lloramos y sangramos sobre la corteza de los árboles. Árboles a los que les confíamos nuestros secretos, secretos agudos, malos, negros, oscuros, secretos que lastiman, que golpean, que abrem que cierran, que vomitan, que lloran. ¿Y entonces? Nada, dejamos que el aire nos eleve y nos abrigue, dejamos que el soplido sórdido de la desesperación nos reviente los tímpanos, son inútiles, eso pensamos. ¿Y entonces? No necesito nada, nada, nada, nada más que vos, me enamora tu sonrisa y me besan tus ojos, me abraza tu sensualidad y me aman tus virtudes, desaparecemos como la niebla matinal, sin dejar rastro, desaparecemos como la calidez, sin dejar marcas. Y entonces somos frío, frío y ahogado placer, y entonces somos amor incondicional y confianza ciega, y entonces somos fuego apasionado, libre y desatado, mar enfurecido y calmada brisa. ¿Y entonces amor mío? Lo somos todo.

jueves, 8 de abril de 2010

Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro tu pecho amante contemples extinguida,
ya que solo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes, me arrancaré la vida.


Clávame las agujas, una a una.
Clávalas profundo y sin cuidado, clávalas a tu antojo.
Ya no me resisto a tus encantos, te pertenezco.
Soy tu muñeco de trapo, vacío por dentro y horrible por fuera.
No puedo verte a los ojos, no lo merezco. No puedo sentirte cerca, estás muy arriba.
Tu luz me deja ciego y me rompe en pedazos, te doy todo lo que tengo, no es suficiente.

Entre las costillas podridas, yace mi corazón, arrancalo de un tirón, ya no lo necesito.
Es tuyo, devoralo despacio, es tuyo, amalo para siempre.
Te entrego mis sueños, son pocos pero estás en todos, succionalos de mi cabeza hueca.

Destroza mi cuerpo, es inútil, revuelve entre mi estómago lleno de aire, revuelve entre mis ojos muertos, y encuentra tu reflejo.

Acaricia mi alma, está sangrando decepción, se está muriendo de dolor, está podrida, está llena de nudos que sólo vos intentaste desatar, tiene tu nombre y tu voluntad.

Ya no me queda nada más que aire fluyendo entre mis venas, que el frío congelando mis huesos y el recuerdo de tu voz, sonando en todos los rincones de mi cabeza, como un rayo paralizando mis sentidos.
Te veo brillando como una estrella, en el Cielo inancanzable, me veo girando a tu alrededor hasta extinguirme, me veo entregandote mi vida y mi amor eterno.